estos dias
Hay veces en la vida en que hay que tomar en receso de la cotidianidad a la que nos acostumbramos dia con dia. Eso decidí hacer hace algunas semanas y me ha caido bien.
Puse pausa a casi todo, excepto a la música. Cambié varios hábitos que habitaban en mi y me siento bien. He bebido poca cerveza este año, tan poca que las cuento con los dedos de la mano. Puse un alto a casi todo, mientras me concentraba en cosas nuevas. Es por eso que este blog parecía ya abandonado, pero no lo está. Era parte de ese stand by de mi vida, que incluyó: sexo, coca colas, cantinas, malos hábitos alimenticios y algunas ilusiones que se fueron con el viento.
No es que haya descubierto al Señor o que me he haya convencido los aleluyas de que la vida bella está en la evangelización de puerta en puerta y en usar ropa formal pasada de moda, nada de eso, sigo y seguíré siendo ateo hasta que me muera, -por lo menos hoy todo parece indicar eso-.
Sin embargo, abandonaré todo lo que dejé y que ahora se que no necesito o por lo menos moderaré varias de esas cosas, aunque en esa ecuación el sexo tendrá que aparecer de regreso. No es que lo necesite desesperadamente, pero recuerdo que era lindo y según las encuestas, mi desempeño era más que aceptable. Aprendí, como dice esa canción argentina que: "no se puede cambiar de corazón como de sombrero, sin haber sufrido primero".
Además de canciones, he estado escribiendo reseñas de discos para la revista DJ Concept. Allí hablo de la música que no hablo en este blog,. Nunca he querido hablar (escribir) en este blog de lo que se espera que yo hable.
Hay veces en la vida en que hay que tomar en receso de la cotidianidad a la que nos acostumbramos dia con dia. Eso decidí hacer hace algunas semanas y me ha caido bien.
Puse pausa a casi todo, excepto a la música. Cambié varios hábitos que habitaban en mi y me siento bien. He bebido poca cerveza este año, tan poca que las cuento con los dedos de la mano. Puse un alto a casi todo, mientras me concentraba en cosas nuevas. Es por eso que este blog parecía ya abandonado, pero no lo está. Era parte de ese stand by de mi vida, que incluyó: sexo, coca colas, cantinas, malos hábitos alimenticios y algunas ilusiones que se fueron con el viento.
No es que haya descubierto al Señor o que me he haya convencido los aleluyas de que la vida bella está en la evangelización de puerta en puerta y en usar ropa formal pasada de moda, nada de eso, sigo y seguíré siendo ateo hasta que me muera, -por lo menos hoy todo parece indicar eso-.
Sin embargo, abandonaré todo lo que dejé y que ahora se que no necesito o por lo menos moderaré varias de esas cosas, aunque en esa ecuación el sexo tendrá que aparecer de regreso. No es que lo necesite desesperadamente, pero recuerdo que era lindo y según las encuestas, mi desempeño era más que aceptable. Aprendí, como dice esa canción argentina que: "no se puede cambiar de corazón como de sombrero, sin haber sufrido primero".
Además de canciones, he estado escribiendo reseñas de discos para la revista DJ Concept. Allí hablo de la música que no hablo en este blog,. Nunca he querido hablar (escribir) en este blog de lo que se espera que yo hable.
Las reseñas que allí escribo son exclusivamente sobre discos nuevos de música electrónica. Si la ven en las tiendas, cómprenla!
Sigo metido de lleno en mi faceta de cocinero norteño. Sigo fascinado con eso y me ha servido de terapia y de control total sobre lo que como.
He recibido en mi casa las visitas de entrañables amigos y amigas, de hoy y de algunos que hace muchos años no veia, y confirmo la suerte que he tenido en esta vida en cuanto a amigos se refiere. Podré cambiar muchas cosas en la vida, pero a mis amigos no.
He dado algunas entrevistas en las semanas recientes y este break de giras y aviones me ha caido de maravilla en el ánimo y en el espíritu.
He vuelto al raquetball, quizá el único deporte que me ha interesado en la vida. Alguna vez en otra vida que ahora me parece lejana, pero que no lo es tanto, fui campeón estatal de raquetball, y seleccionado para representar a mi categoría en los Estados Unidos; por lo que volver a las canchas ha sido volver a mi origen y recordar cuando comenzaba mi adolescencia y yo jugaba ocho horas diarias en las vacaciones y por lo menos tres en los dias normales. Fue una buena época aquella.
A partir de que me encargaron que escribiera una biografía de Ramón Ayala, cosa que ya hice, me puse a re-leer la biografía de Astor Piazzolla escrita por Maria Susana Azzi y Simon Collier con prólogo de Yo-Yo Ma. Un libro fascinante, genial y maravilloso, o más bien, el libro nos muestra a un Piazzolla así: fascinante, genial y maravilloso. Si pudiera lograr yo la diezmillonésima parte de lo que él hizo, moriría yo muy feliz.
Cuando a Piazzolla le preguntan qué era lo que más quería, replicó al instante "una pareja". Fuera de la música, dijo, su gran amor había sido "Mi mujer, mi primera mujer, Dedé... y como dice el tango, sólo se quiere una vez.
El año anterior él y Dedé - que llevaban muchos años separados- habían intercambiado cartas y en febrero de 1976 le escribió emocionado desde Mar del Plata: "No habrá ninguna igual.... Daría no sé qué por estar a tu lado como debería ser, pero sería engañarme a mi mismo y al mismo tiempo liquidarte a vos..."
El Itunes que ahora alberga algo así como veinte mil canciones, no ha parado de sonar en casa. La música en mi es una adicción, más que una afición.
He recibido en mi casa las visitas de entrañables amigos y amigas, de hoy y de algunos que hace muchos años no veia, y confirmo la suerte que he tenido en esta vida en cuanto a amigos se refiere. Podré cambiar muchas cosas en la vida, pero a mis amigos no.
He dado algunas entrevistas en las semanas recientes y este break de giras y aviones me ha caido de maravilla en el ánimo y en el espíritu.
He vuelto al raquetball, quizá el único deporte que me ha interesado en la vida. Alguna vez en otra vida que ahora me parece lejana, pero que no lo es tanto, fui campeón estatal de raquetball, y seleccionado para representar a mi categoría en los Estados Unidos; por lo que volver a las canchas ha sido volver a mi origen y recordar cuando comenzaba mi adolescencia y yo jugaba ocho horas diarias en las vacaciones y por lo menos tres en los dias normales. Fue una buena época aquella.
A partir de que me encargaron que escribiera una biografía de Ramón Ayala, cosa que ya hice, me puse a re-leer la biografía de Astor Piazzolla escrita por Maria Susana Azzi y Simon Collier con prólogo de Yo-Yo Ma. Un libro fascinante, genial y maravilloso, o más bien, el libro nos muestra a un Piazzolla así: fascinante, genial y maravilloso. Si pudiera lograr yo la diezmillonésima parte de lo que él hizo, moriría yo muy feliz.
Cuando a Piazzolla le preguntan qué era lo que más quería, replicó al instante "una pareja". Fuera de la música, dijo, su gran amor había sido "Mi mujer, mi primera mujer, Dedé... y como dice el tango, sólo se quiere una vez.
El año anterior él y Dedé - que llevaban muchos años separados- habían intercambiado cartas y en febrero de 1976 le escribió emocionado desde Mar del Plata: "No habrá ninguna igual.... Daría no sé qué por estar a tu lado como debería ser, pero sería engañarme a mi mismo y al mismo tiempo liquidarte a vos..."
El Itunes que ahora alberga algo así como veinte mil canciones, no ha parado de sonar en casa. La música en mi es una adicción, más que una afición.
Cuando voy a las tiendas, me fijo en las licuadoras de vasos de cristal, en los cuchillos finos y en las vajillas de porcelana. Ni yo me lo creo. Mi refrigerador está lleno de verduras y agua de frutas recién hecha. Mis alacenas están colmadas de especias, aceite de oliva, vinagres y ajos blancos. Tampoco me lo creo. El único pan que hay es de centeno y las coca colas y las cervezas ya no estan. Menos me lo creo.
Seguiré con mis nuevos hábitos, recuperaré algunos que temporalmente fue bueno abandonar, moderaré algunos otros y abandonaré otros más de manera definitiva.
Seguiré con mis nuevos hábitos, recuperaré algunos que temporalmente fue bueno abandonar, moderaré algunos otros y abandonaré otros más de manera definitiva.
Tuve que aprender que el silencio de afuera, uno no lo puede controlar y aveces es mejor no pedir explicaciones. Aunque la duda mate.
Estoy contento con el rumbo que estan tomando un par de nuevas canciones y sobre el camino que en general, le estamos trazando al próximo disco. Necesitaba de estos dias, de estos frenos para poder verlo todo más claro, tanto el disco, como mi vida, y así lo veo ahora todo: más claro.
Quiero visitar el D.F. , en muchos sentidos me hace falta una paseada por las calles del D.F. que he aprendido a sentir tan mias. También extraño mucho Lisboa, no he dejado de hablar de ese viaje que hicimos el verano pasado. Lo extraño todo: la gente, la comida, el rio Tajo, las calles, las tardes, las noches, el hotel Borges, El barrio Alto, La Brasileira, la estatua de Camoens, el vino tinto y esa estupenda comida. Extraño perseguir en las calles el alma de Pessoa.
Ya estamos haciendo planes para visitar Lisboa el próximo año. Sólo espero, que además de nortec, me acompañe también el amor.
Leí ayer en tijuaneo magazine, una entrevista que le hicieron a mi sobrina IaIa Morfin Beas, la cantante de Via Mushgó y ex-vocalista de Nona Delichas, que anda probando suerte por aquellos lares y me conmovió cuando al final dice que de pronto le pega la nostalgia tijuanera, pero que al poner un disco de nortec se aliviana.
Ah, qué mi sobrina. Siempre supe que era maravillosa!
Hace unos dias me cayó desde Guadalajara, Marcela Valdés, una hermosa mujer que conozco desde mi infancia, lo más cercano que yo he tenido a una hermana. Me dió gusto verla. Conecto con ella inmediatamente y entre recuerdos, reviví el dia en que ella y yo nos graduamos del kinder ABC. Eso sí que fue un flashback.
También, viví el reencuentro de un buen amigo con su padre y aunque extrañé mucho al mio, me sentí contento y conmovido de verlos así: comiendo, platicando, haciendo planes y bebiendo juntos. Como yo lo hice tantas veces con el mio.
El sol escondiéndose en la playa fue testigo de todo.
Hay dias que son como milagros.
No salí de vacaciones en estos dias en que todo mundo corre hacia una playa, ni siquiera he ido al dandy del sur. Estas paredes se han covertido en el refugio de las últimas semanas,pero también ha llegado la hora de salir un poco, de recorrer las calles y de encontrarse conocidos al azar. Volveré a este blog también y asomaré la cara a esta tijuanita que llevo en mi, como si fuera mugre bajo las uñas.
Extraño a mi maestro Raúl Rincón, creo que lo primero que haré es caerle a su casa con unos vinos para escuchar música. Lo dejaré que me ponga sus discos de Bob Dylan y le platicaré de mi idea de formar un club de vinos,
De eso les platico aquí después...
life goes on!
No salí de vacaciones en estos dias en que todo mundo corre hacia una playa, ni siquiera he ido al dandy del sur. Estas paredes se han covertido en el refugio de las últimas semanas,pero también ha llegado la hora de salir un poco, de recorrer las calles y de encontrarse conocidos al azar. Volveré a este blog también y asomaré la cara a esta tijuanita que llevo en mi, como si fuera mugre bajo las uñas.
Extraño a mi maestro Raúl Rincón, creo que lo primero que haré es caerle a su casa con unos vinos para escuchar música. Lo dejaré que me ponga sus discos de Bob Dylan y le platicaré de mi idea de formar un club de vinos,
De eso les platico aquí después...
life goes on!