"Lea los cuatro evangelios canónicos y la multitud de evangelios rechazados y en ninguno encontrará la fecha del nacimiento de Jesús. Ni siquiera la época del año. La Iglesia primitiva fijó el 25 de diciembre porque todos los pueblos hacen del Sol un dios e interpretan como debilidad el hecho de que los días, luego de ser largos en el verano, vayan siendo cada vez más cortos. A la noche más larga, la del solsticio de invierno, siguen días que comienzan a crecer. La explicación es sencilla si conoce uno que la Tierra gira inclinada, pero a la mente primitiva le inspiraba terror la posibilidad de que los días siguieran disminuyendo hasta terminar en una noche eterna y helada. Por eso el día siguiente al solsticio era de alivio y gran fiesta porque el dios había renacido, era un dios-niño. Como los cristianos le entraban a la fiesta, los obispos decidieron fijar en ese día el desconocido nacimiento de Jesús."
LGA.
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