Me gustaría comentar tantas cosas que pasan en este nuestro México lindo y loquito, pero desde hace mucho que decidí no comentar sobre política nacional en este blog, además de que creo firmemente que estar al pendiente de lo que dicen y hacen esos personajes de cuarta que son nuestros políticos (todos), sólo nos llena la cabeza de basura. Y como mi trinchera de cambio de esta realidad no es política sino musical, mejor lleno mi cabeza y mi pensamiento de música y otras cosas realmente maravillosas. De todo eso que en la vida me parece Sen-sa-cio-nal.
Claro que no hay que olvidar la crítica y el sarcarsmo como una válvula de escape para enfrentar con humor fino, La Realidad que a veces lastima y que muchas veces es simplemente: ridícula. Así pasan mis dias.
En otros menesteres patéticos, ya le descubrieron familia tijuanense e hijos abusados sexualmente a Marcial Maciel, fundador católico de eso que llaman "Los Legionarios de Cristo". Parece ser que ahora sólo lo podrán hacer santo de la "estimulación temprana" a este hijo de puta. Si el infierno existiera, seguro que allí estaría.
Yo siempre he estado en contra de que obliguen a cualquier ser humano, en este caso a los sacerdotes a ser célibes. Está comprobado que el obligar a cualquiera a no tener relaciones sexuales es el camino seguro a la perversión sexual.
Sin embargo, nada justifica el abuso de niños y mucho menos los propios. Allí se agrega un grado de perversidad adicional.
Los pederastas merecen ser castrados. Traumatizar a un niño mediante el abuso sexual, cancelándole toda posibilidad de felicidad futura, es el más grande de los crímenes.
Después de todo lo que se ha ventilado en el caso Maciel, compruebo una vez más lo que siempre he dicho: tú muéstrame a un católico y yo te muestro a un hipócrita...