Wednesday, May 7, 2008


El viernes pasado fui al Lobby a ver el concierto de Madame Ur. Hace dos semanas, publiqué aquí un post pensando que aquel viernes era el concierto de Madame Ur y cuando llegué al lobby, me encontré con un concierto de reggae-dub. Me di la media vuelta en la entrada y allí caí en cuenta que el concierto era el dia 2 de mayo.
Ahora sí era 2 de mayo, el reloj marcaba las 10:30pm, me vestí apropiadamente y nos dirigimos al concierto. Lo disfruté bastante, la voz de Azzul Monraz está mejor que nunca y creo que le esperan buenas cosas a esta banda tijuanense. A la banda, le hace falta una búsqueda sonora más intensa, lo cual separaría su sonido de las demás, pero supongo que eso se dará poco a poco.
Hay que estar atentos a Madame Ur. En el escenario, Azzul tiene todas las tablas del mundo y es una diva muy divertida. Es reconfortante, de vez en cuando, escuchar a cantantes que sepan cantar.

Después del concierto, fui un par de horas al dandy del sur. Estaba casi lleno y no conocía a nadie, excepto a un vecino de la colonia en la que crecí y que tenía como quince años sin ver. Yo andaba con Wicho Martin, cuyo nuevo proyecto musical me ha entusiasmado bastante, un cuarteto rock de nombre Guaycura Sounds. A Wicho lo conozco desde mediados de los noventa, cuando íbamos juntos en la UABC. Platicamos de música y de viejos amigos. De uno de ellos que anda muy perdido por los laberintos de la penosa política nacional, me limité a decir: lo único que le falta -a nuestro amigo- es que ahora le guste el canto nuevo.
Tres cervezas, un par de tacos varios en la esquina de la calle 6ta y un taxy fueron la culminación de la noche. Estaba de vuelta en casa a la 1:30.

Me da tristeza enterarme que Mexicali se está tijuanizando, en el peor de los sentidos posibles. Me gusta ir a Mexicali, siempre y cuando el calor no ronde los 40 grados. La paso bien cuando he andado por allá., siempre y cuando el calor no ronde los 40 grados. Tengo un puñado de buenos "compas" y una ex en Mexicali y me gusta verlos y salir a tomar una cervcecita, aun cuando el calor ronde los 40 grados. Las mujeres son hermosas en Mexicali, con todo y el calor de 40 grados.

Está bueno el nuevo disco de Portishead, aunque creo que es un disco para fans curtidos por la banda, Third, es un excelente disco que se separa del sonido al que nos tenía acostumbrados Portishead. Después de un década sin editar canciones nuevas, los chicos de Bristol y su esplendorosa diva, nos vuelven a dar felicidad sonora. Estoy seguro que los dos discos anteriores de Portishead serán recordados como históricos, vanguardistas y definitorios para comprender la música de finales de siglo. No estoy muy seguro que Third llegue a ese status, pero por lo menos será recordado como un disco valiente que no cayó en la autocomplascencia y el autoplagio. Es definitivamente, el disco más difícil de digerir de la trilogía portisheaderiana. Digamos que es un disco para los ya iniciados.

Sigo experimentando en la cocina. Este nuevo vicio de cocinar se está volviendo muy adictivo en mi, tanto que ya no concibo la idea de que alguien me visite y no coma algo que yo he preparado. Alomejor ya cincuentón, abro un pequeño restorán. De preferencia en Lisboa. Ya veremos.
Por lo pronto es lindo pensar así el futuro, aunque el futuro nadie lo tiene comprado y alomejor me atropella el camión de la leche Lala, alrato que vaya al Oxxo a comprar el periódico.


También sigo escuchando con mucha atención el disco de Stuart. A Staples. de nombre Leaving Songs. No es precisamente una novedad, ya tiene un par de años que salió, pero en mi lista personal, es un disco espléndido, sensual y amoroso (sin cursilería extrema).
Creo que Stuart A. Staples es la voz más interesante en el horizonte musical actual. No puedo decir que no extraño a los Tindersticks (la banda que lideró Stuart por varios años), ya que los Tindersticks son una de las bandas más entrañables de mi vida y su disco Curtains, un puñado de canciones que escucho por lo menos una vez al mes. Pero este disco de Stuart -leaving songs- es realmente sublime, de exactas letras y de una belleza sonora muy clásica y muy contemporánea a la vez. Es un buen disco para dias nublados como hoy.
Como para andar tomado de la mano de una chica de trasero hermoso y caminar sin prisa por el mundo.
Sinatra y Gainsbourg, estarían orgullosos...