noches de viernes en tijuana
Me he quedado en casa. Hace frio y yo no estoy diseñado para el frio. Sufro con el frio, me paraliza y sólo quiero tener tres cobijas sobre mi. Me han enviado varias cosas interesantes estos dias de frio. 16 links que contienen la película Control de Anton Corbijin y hace un rato una versión acústica a puro pianito de Enjoy the Silence con Tori Amos. Una versión encantadora de una canción hermosa. Aunque con canciones compuestas por Martin Gore es difícil no darme gusto. Es tiempo de recuerdos y recuentos. Las revistas especilializadas ya hablan de los mejores discos de año y coincido con algunas, especialmente con Pitchfork que seleccionó el sound of silver de LCD soundsystem como el número dos del año. Yo personalmente lo hubiera ubicado en el primer lugar, pero ellos decidieron que eso le correspondía a Panda Bear, un disco del que hablé hace varios meses acá en este blog.
Una noticia interesante es la reunión -ahora que estan tan de moda- de My Bloody Valentine, una de las pocas verdaderas bandas avant garde, que nos dieron discos maravillosos en los 90, como el Loveless (1991), mientras todo alrededor sonaba a grounge y varios de nosotros estábamos a punto de desfallecer de aburrimiento.
Este año que termina la tecnología se incrusta cada vez más en la vida de todos. En la mia no tiene nada de particular, desde niño he sido un geek de los gadgets, pero ahora veo que esa enfermedad me trasciende y todos mueren por su ipod y su iphone. Bienvenidos a la adicción. Todo sea por la música y el estar conectados al instante. Se los adverti desde hace tiempo, a mi me lo advirtieron los Aviador Dro a mediados de los ochenta y ellos lo leyeron de los futuristas. Todo siempre termina siendo una cadena.
El año más gitano de mi vida está terminando y no lo cambio por nada, pero necesito un break, sino la locura sería la siguiente parada. Leo que Roger Linn y Dave Smith por fin sacarán una caja de ritmos juntos, la cual promete ser maravillosa y me muero de ganas por manipularla un rato, para escuchar qué tal suena. Prometen mostrarla en la feria Namm en Los Angeles de este año, espero poder asistir.
Las decepciones del mundo siguen siendo las mismas, pero siempre se que los problemas gordos de esta vida no los tengo yo y poco puedo hacer por resolverlos. Hace años que dejé de creer en los mesias, creo que desde que me hice ateo. Después de eso, me he dedicado a no ser un hijodeputa y contribuir una pizca para que los que tenga cerca esten mejor. Debería hacer más, lo se, pero no tengo alma de martir, ni de héroe. Así, como un simple mortal que soy, doy. Al cabo que después del fin, no quiero estatuas.
Hace unos dias fui a una reunión con amigos entrañables de la universidad. Todos pasando por momentos distintos en nuestras vidas, unos con hijos nuevos, otros a punto de irse a vivir y trabajar en otros países. Algunos con nuevas parejas sentimentales, otros más, recién premiados. A ninguno noté triste, sino todo lo contrario y eso me dió felicidad. No hay mejor felicidad que la que se comparte. Con alguno de ellos hice un plan de colaboración musical para enero. Es lindo cuando se juntan más de dos y la envidia no es un sentimiento que se interponga. Ya si se juntan diez y la cosa sigue igual, sólo resta ser agradecidos con la vida. Y así me sentí esa noche. A breath of fresh air en el mundillo artistoide tan lleno de lacras en todos lados.
Hace poco tomé una de las lámparas que colgaban del don loope -mesón electrónico- y que tenia guardada en el cuarto de lavar y la coloqué en una mesa esquinera que pertenecía a mi padre desde los 60 y confeccioné una hermosa lámpara que tiende una línea imaginaria entre un mueble que mi padre compró en su juventud y un lugar tan entrañable para mi vida como lo fue el don loope. Y eso me ha tenido feliz cada que volteo a verla, cada que la prendo y la apago.
Falta poco para el aniversario de la muerte de mi padre, ahora que lo pienso, pero no me pongo triste, quizá sólo un poco melancólico. Tanto, que ahora mismo escucho a Sinatra, this town; hermosa canción, sobre todo la versión en vivo. Esta canción me recuerda a Tijuana y también a mi padre.
Compre un sillón café oscuro que me encontré en un aparador y era justo como yo imaginaba que debía ser un sillón café oscuro: de hermosas formas, clásico y contemporáneo a la vez.
No pensaba comprar sillón alguno, pero esa tarde que pasé por allí no pude resistirme. Tardé 11 años en comprar otro sillón para mi casa, pero este ha sido, sin duda, el sillón ideal para mi.
Soy muy obsesivo con las formas de los objetos. Una vez vine cargando una lámpara desde Buenos Aires. Una lámpara que se, me acompañará toda la vida, al igual que mi nuevo sillón café.
El otro sillón que tengo, es un sillón color ladrillo que perteneció a mi padre y que acompañaba a la mesita esquinera, hoy convertida en lámpara roja. En fin, soy un tipo fiel a los objetos y a las formas. De eso puedo presumir y también de saber muy bien lo que me gusta y lo que no. Que ya es ganancia
He leído poco este año que termina. Terminé de leer por completo el 1001 albums you must hear before you die, releí el The Surrender de Toni Bentley, perversillo como pocos libros. Lei los tres libros conocidos de Ovidio y terminé de leer The Shock of the New, de Hugues. El cual es considerado como la biblia crítica del arte contemporáneo. Releí gustoso toda la obra de Mario Bojórquez. Además de estos pocos libros que recuerdo haber leído en este 2007, lo demás fueron las revistas habituales sobre equipo de música electrónica y revistas musicales de distinta factura.
En fin el año acaba, este dia acaba y el frio que corre por esta casa, me obliga a volver a la cama en esta noche de viernes en Tijuana.
good luck and good nigth.