Hay imágenes tan hermosas,
que uno podría pasar días observándolas.
La belleza es algo tan preciso, exacto e imperfecto
que te vuela la cabeza con tan sólo desearla.
"Ella usó mi cabeza como un revolver" cantaba Cerati.
Y tenía razón!
Condenados estamos a desear la belleza,
que en un tris tras,
nos volvernos sus esclavos.
Escapar del deseo es un imposible.
Desear es el castigo del extranjero -decía Camus-.
Standing on the beach with a gun in my hand,
secundó Robert Smith
con todo y guitarra eléctrica.
En eso estaba
y en la invención de la tanga,
mientras en el estéreo sonaba , media Verónica
de Andrés Calamaro.
Prometí no ser un improvisado urgente de ideas,
cuando siempre he tenido urgencia,
y siempre he sido un improvisado.
¡Benditas promesas imposibles las mías!.
Prefiero pecar por quien soy, que intentar ser lo que no soy.
Quiero la otra media Verónica.
La que se da la media vuelta
y se toma la foto...