Siempre fui buen estudiante, no de puros dieces, pero mis promedios siempre giraron alrededor del nueve. Afortunadamente nunca fui nerd o geek. Incluso en la secundaria y la preparatoria era amonestado constantemente por mis cortes de pelo y mi vestimenta peculiar, en aquel entonces solía calzar zapatos creepers morados o de pelo de vaca. Compraba los Levis blancos y los pintaba con polvos de marca putnam para convertirlos en jeans rojos o verdes y siempre vestía alguna camiseta de alguna de mis bandas favoritas del momento. A veces me rapaba el pelo a coco y otras me lo dejaba largo y me lo pintaba de negro. Era un niño flaco -believe it o not- algo estrafalario que pasó de golpear a sus compañeritos de escuela en la primaria, a la introspección casi, casi Zen en la secundaria.
En la primaria solía pelear a golpes casi cada semana. Me encantaba golpear a mis compañeros. Recuerdo que disfrutaba verlos llorar, era un niño algo sádico. Después algo pasó hacia finales de la primaria y principios de la secundaria, quizá fue la música y algunos libros, que me hicieron muy ensimismado -demasiado-.
En la primaria solía pelear a golpes casi cada semana. Me encantaba golpear a mis compañeros. Recuerdo que disfrutaba verlos llorar, era un niño algo sádico. Después algo pasó hacia finales de la primaria y principios de la secundaria, quizá fue la música y algunos libros, que me hicieron muy ensimismado -demasiado-.
Ya para los tiempos de la preparatoria mi pesonalidad se hizo mas hedonista y festiva. Fue mi atracción hacia las faldas tipo lolita, lo que me hizo cambiar, supongo.
Y así fue como me quedé a medio camino entre ambas personalidades .
Ahora en un blog de aparatos musicales -matrixsyth- vi una foto de Tom Oberheim, el inventor de varios de los sintetizadores y cajas de ritmos más apreciados dentro de la música electrónica. Yo poseo dos de los sintetizadores que él inventó y dos de sus cajas de ritmo y no los vendería jamás.
En la foto aparece Tom de joven, como todo un nerd.
Si hubiera estado en mi primaria, seguro le hubiera pegado.
Pero a los chicos de ahora les recomiendo que no lo hagan. El nerd de su salón puede ser alguien que en el futuro les de felicidad. No le peguen a los nerds.