Thursday, July 3, 2008

music non-stop, recuerdos del Club A


A menera de conclusión diré que, en cuanto a partidos, en México no existen opciones políticas reales.

Pasando a cosas más importantes, en Tijuana el clima esta cambiando radicalmente de un dia a otro. En esta semana hemos pasado del calor veraniego que provoca ir a la playa, al frio intenso cuando cae la noche, que requiere de poner una segunda colcha para dormir a gusto.
Ayer el dia fue soleado y hoy amaneció medio nublado. Mañana ya veremos...

Hace un par de semanas, mi amigo Gabriel Orbit cumplió años y lo celebró en la Avenida Revolución, en el espacio que alguna vez fue el Club A. Un lugar que primordialmente se dedicaba al público gringo que solía venir a Tijuana desde mediados de los ochenta, hasta mediados de los noventa, en busca de cerveza barata, tequila poppers, wet t-shirt contest y mayores libertades de acción que en California, entre las que se encuentran la posibilidad de tener 18 años y consumir alcohol. Recordemos que en USA, antes de los 21 años no te venden ni una cerveza Corona.

El Club A, fue muy concorrido por los universitarios californianos de aquel entonces. Con sus tres niveles, dos áreas de música y una enorme terraza que daba justo a la Avenida Revolución, tuvo una época de gloria en la vida de esta ciudad sin sueño y de la famosa avenida que se conformaba por decenas de antros ruidosos para los "24 hr, party people" noventeros.

Ahora todo eso son recuerdos, el Club A ya no existe, aunque quedan todavía los vestigios. Allí fue que Gabriel Orbit decidió festejarse. Allí fuimos, y para darle un toque de nostalgia adicional, invitó a tocar a Bill, un Dj que cobró fama en esos miércoles de College Nigths at Club A, tanto con el público gringo como con el contingente local de gustos más o menos alternativos de aquella época. Por lo menos, DJ Bill, no ponía la típica música de pochitas y gringuitas hoochie mama´s que gustaban de venir a Tijuana a mover el trasero como video de negras de MTV, que era lo que se acostumbraba escuchar en el resto de los antros: pointer sisters, vanilla ice, mc hammer, aerosmith, guns and roses y mamarrachadas por el estilo. Nunca me atrevería a decir que Bill fue un Dj de vanguardia musical o eso que llaman de cutting edge, pero habiendo lo que había, era una bendición dentro de la Avenida Revolución.

En la fiesta me encontré con varios de la vieja guardia de la escena musical local y alguno que otro modelo más reciente, hombres y mujeres metidos en la onda "tengo copete largo, uso ropa de marca muy ajustada y peso menos de 100 libras! Rafa Saavedra la hizo de pinchadiscos y puso cosillas no tan retro ese día, sin embargo, terminó su set con una rolita de Lipps Inc., la famosa Designer Music, como anunciando lo que venía: dar paso al resto de la nostagia. De lo cual se encargaría,DJ Bill. Y así fue.

La música pasó de Joy Division a New Order, de los Smiths a British Electric Foundation. De OMD a B-Movie y algunos tracks un poco más industrialosos-dance de finales de los ochenta.
Tenía tiempo que no estaba en un "dancefloor" coreando canciones y moviendo la patita.

La pasé bien esa noche. Escuchar música a altos decibeles, con las frecuencias graves golpeando el estómago, entre cuerpos que se contonean alrededor con caras desbordadas de emoción, es algo que se tiene que vivir por lo menos una vez en la vida. Después de un orgasmo debe ser lo mejor que hay.

music non-stop...