Una novedad dentro del mundo del vino, es la producción de vinos sin alcohol. Otra novedad es que uno de ellos, haya ganado una medalla de oro, compitiendo con vinos regulares, es decir, vinos que contienen alcohol.
Además de contener muchas menos calorias que los vinos regulares, en donde una copa de 4oz contiene 90 calorias, aproximadamente. Una copa de 4 oz de vino sin alcohol contiene entre 15 y 25 calorias.
Los mismos antioxidantes, que tan benéficos son y por los que últimamente se ha recomendado el consumo moderado de vino tinto, se encuentran también en los vinos sin alcohol. El más famoso de ellos -antioxidantes-, el resveratrol.
Es cierto que el alcohol contribuye a darle sabor al vino, le proporciona expresividad, cuerpo y redondez. Por lo tanto, los críticos "de vino" han dicho que lo que a estos vinos sin alcohol les falta, es lo que se conoce en inglés como "mouth-feel", esa sensación de sabores que explotan en el paladar y que tienen algunos buenos vinos. Sin embargo, Ariel ha logrado un balance interesante y es una buena opción para esas noches en que se tiene que manejar y ya van varias copas en la cabeza, tomar al final un par de copas de Ariel, hacen sentir a uno que sigue en la fiesta, cuando en verdad ya ha empezado uno ha despedirse.
*texto escrito con información porporcionada por Janet Cromley.
ps: supongo que también para los que dejaron el alcohol, por cuestiones médicas o porque eran unos atascados, y les gustaba el vino, esta puede ser una buena noticia. Deben sentir igual que cuando yo que desde hace tres años son intolerante a la lactosa, descubrí que en la comercial mexicana vendían un queso tipo manchego, deslactosado.