Aunque me gustan los gatos más que los perros, la verdad es que me encariño casi con cualquier animalito. Lo que sucede es que mi forma de interactuar con los animales, sobre todo los perros, supongo que debe ser muy arcaica. El primer animal que tuve en mi vida fue un perro callejero de dudosa procedencia, de nombre Tarzán, que vivía en la casa de mi abuela, pero que me decían que era mio, recuerdo que nos acompañaba a mi madre y a mi, bajando una pendiente como de 20 cuadras, desde la casa de mi abuela en Los Pinos hasta el boulevard, en donde mi madre y yo tomábamos el taxy o el camión a casa.
Hoy en dia, Tengo varios amigos que tienen perros, a los cuales les compran comida especial con suplementos alimenticios, vitaminas, minerales y hierro, para mejorar el brillo de su pelo y su buena digestión, etc.. Los llevan a la estética cada tres meses y al veterinario cada seis. Supongo que eso es cosa buena y es lo que un perro necesita, pero yo recuerdo que a los perros se les daban las sobras de la comida o les comprabas huesos en la carnicería, los vacunabas contra la rabia y ya en plan generoso, les dabas un mangueraso cada mes para que no apestaran a "perro".
En esos días de especial celebración, si es que lo recordábamos, al Tarzán le comprábamos unas latas café/rosa de comida de perro de nombre Rosco. Comprarle un collar para las pulgas era todo un lujo.
Creo que Tarzán nunca tuvo uno.
Así concibo yo mi relación con los perros..
Hace unos dias, una ex-novia me comentaba lo feliz que está de por primera vez tener un perro en casa y de la dicha que ha llevado el perrito a su hogar. No lo dudo, pero ya se imaginarán que mi ex, entró al círculo -circo- de la idea "posmo" de tener perro, el cual incluye: veterinario, comida especial, estética, entrenador, y cientos de fotografías listas para ser mostradas a la menor provocación, cuan orgullosa madre recién parida.
Ya cuando me habló de lo buena que era la comida que le compraba, porque así el callejero perro hacía sus bolitas de excremento "bien consistentes" y se recojían fácil, le dije yo: te creo todo lo que me dices y te ruego que si nos vemos, no me muestres más de tres fotos de tu perro y no quiero parecer insoportable, pero déjame decirte que el dia que yo le recoja la mierda a un perro, ese día puede ser que sea el fin del mundo...